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Palma De Mallorca

La capital de la isla de Mallorca se encuentra en la bahía del mismo nombre y goza de un excelente clima durante todo el año (con una temperatura media anual de 17.9 ° C). Conocida por su turismo de sol y playa, la ciudad también tiene un atractivo barrio histórico. La Catedral, el Palacio de la Almudaina, el Lonja y la Plaza Mayor son algunos de los sitios que vale la pena visitar. Los monumentos más bellos están rodeados de barcos de pesca, bosques de pinos y palmeras. El paisaje de la isla está lleno de calas, playas y acantilados en la costa, y en el interior se encuentran pueblos típicos y cadenas montañosas de hasta 1.500 metros de altura. La variedad del paisaje y la cultura invita a los visitantes a explorar cada rincón de Mallorca y a conocer más sobre la gastronomía de la isla

La Catedral de Santa María de Palma, conocida por todos los mallorquines como La Seu, está situada a orillas de la Bahía de Palma y junto al parque del mar. Fue construida entre los S.XIV y XIX y contó para su reconstrucción con el consagrado pintor Gaudí que, se encargó de reconstruir su parte interior. En ella destacan la Capilla Real, la Capilla de la Trinidad y el Museo Catedralicio, que alberga una gran cantidad de obras barrocas, entre otras. Posee la nave más alta de España y la segunda de Europa, tiene uno de los rosetones más grandes del estilo gótico levantino y es la única catedral que se puede observar su reflejo en el agua del mar.

La Lonja de Palma de Mallorca o, como es conocida popularmente, Sa Llotja. Es una de las obras maestras de la arquitectura gótica en Mallorca. Hoy día alberga el Museo de Bellas Artes. Fue construido por Guillem Sagrera entre 1420 y 1452 y fue la sede del Colegio de Mercaderes, lo dotó de un interior fantástico y una bellísima fachada. En los últimos años ha servido para acoger varias exposiciones.

La Almudaina. Es el Palacio Real y una de las residencias de la Familia Real Española. Fue construida sobre el desaparecido Alcázar musulmán y fue residencia de los primeros reyes mallorquines. Interiormente destaca la decoración de diversos tapices y mobiliario de diferentes monumentos históricos.

Castillo de Bellver. Está situado en la periferia del centro histórico. Fue construido por Peré Salvá mandado por el rey Jaime III sobre una colina, su estructura destaca por ser circular y fue construido como residencia real. Esta fortaleza defensiva presenta de forma incomparable una gran elegancia gótica en sus formas. Su interior alberga un Museo con una valiosa colección de piezas clásicas, un patio de armas de dos pisos y en la segunda planta encontramos una capilla.

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